Establecer un hábito de higiene bucodental desde la infancia se puede convertir en el mayor de los retos para los padres. Sin embargo, ¡no se debe desistir!
Los próximos años serán clave para el correcto desarrollo dental del niño, así que la atención y prevención serán dos pilares muy importantes para superar con éxito esta primera etapa.
¿Cómo cuidar de la higiene bucodental durante las diferentes fases?
Hasta los 6 meses: se utilizará una gasa húmeda para limpiar las encías, porque hasta el cuarto mes no deberían comenzar a brotar las primeras piezas dentales. Para su limpieza, se enrollará la gasa en el dedo índice y se pasará suavemente por las encías.
Entre los 6 y 12 meses: es el momento clave para realizar una primera visita al odontopediatra para comenzar el seguimiento del desarrollo dental y la estructura maxilofacial.
Desde los 12 a 24 meses: a partir de esta edad se puede emplear un cepillo dental de filamentos suaves, especial para bebés. Para el cepillado se recomienda humedecerlo, sin pasta dentífrica, salvo que sea una indicación específica.
De 3 a 6 años: al haber introducido el cepillo en la anterior fase, ya se habrá familiarizado con él y no le resultará extraño. Darle la confianza para que lleve a cabo el cepillado por sí mismo será importante. Siempre con supervisión para garantizar que lo realiza correctamente.
A través de juegos, lectura de cuentos o canciones, se puede convertir la rutina en un momento divertido dónde el pequeño aprenderá la importancia de llevar a cabo la higiene dental. Del mismo modo, las actividades citadas también benefician al niño de cara a acudir a su primera visita dental sin miedo y con total confianza.
Si todavía no ha realizado su primera consulta o estás buscando una clínica de confianza para que realice el seguimiento por los próximos años, ¡te animamos a conocernos!